Pasear por las calles del centro de Blanes es la única manera de descubrir todas las joyas arquitectónicas que nuestro pueblo esconde. Algunos se ven a primera vista, como es el caso del Convento, sin embargo, hay otros que se encuentran más escondidos.
A principios del siglo XX, muchos empresarios de éxito de Barcelona quisieron construir sus residencias de verano en Blanes. Muchas de ellas las encontraremos ubicadas en el pasaje de la Mestrança, ya que queda situado justo frente al mar.
Hoy os queremos contar la historia de la Casa Saladrigas, sin duda, una de las casas novecentistas más bonitas de nuestro pueblo.
Manel Saladrigas, el propietario de una importante fábrica textil situada en el Poblenou de Barcelona, encargó al arquitecto Isidre Puig Boada, discípulo de Antoni Gaudí y director de la obra de la Sagrada Familia de Barcelona en su muerte, la construcción de su residencia de veraneo en Blanes. La casa fue construida entre el año 1926 y el año 1931.
Este fascinante edificio presenta fachada a tres calles y es de planta rectangular, con tres pisos y buhardilla. Destacan los tímpanos que decoran las entradas principales, los balcones en las dos esquinas con barandillas de hierro forjado muy bien trabajadas y las cubiertas a distinto nivel. En el tercer piso se abren siete ventanas con arco de medio punto. En la esquina de mar, entre el primer y el segundo piso hay un reloj de sol.
Mención aparte merecen las partes inferiores de los balcones, ya que están decorados con hileras de estrellas de mar, conchas, caracoles y elementos vegetales que parecen querer recrear el fondo marino.
Esta casa fue adquirida por el Ayuntamiento e inaugurada como Sala de Exposiciones municipal el 13 de abril de 2003, después de una magnífica restauración.