PLAYAS SIN FIN
En Blanes vivimos de cara al mar, somos hijos de este Mediterráneo que nos da personalidad y que os invita a que lo contempléis y disfrutéis con toda intensidad. Tenemos la suerte de aprovecharlo al máximo y os frecemos diversas maneras para que os lo hagáis vuestro, para que os bañéis y sintáis en la piel que estáis de vacaciones en Blanes.
Contamos con cuatro kilómetros de costa en la que se alternan pequeñas y atractivas calas con grandes playas que cada año son reconocidas con la bandera azul de calidad, en las que podréis encontrar todos los servicios necesarios para pasar un agradable día de playa y practicar todo tipo de deportes acuáticos y de arena. En las playas más grandes encontraréis servicios de restauración y de salvamento durante toda la temporada de baño.
PLAYAS QUEENAMORAN
Cala Treumal
Es la playa que se encuentra más al norte del municipio. Es pequeñita, pero muy genuina
Cala Sant
Francesc
También conocida como la Cala Bona, es una playa rodeada de pinos, ideal para familias dadas sus dimensiones y facilidad de acceso.
Punta de Santa Anna
Esta es una pequeña playa de guijarros situada al final del puerto de Blanes, justo debajo de El Convent.
Playa
de Blanes
Situada en el mismísimo centro de la villa, al lado del puerto y al lado derecho de Sa Palomera si se mira desde el mar. Esta gran playa tiene los primeros metros de arena de la Costa Brava.
PLAYAS PARA TODOS
LAS PLAYAS DE BLANES han recibido la distinción temática de la Fundación ONCE en cuanto a supresión de barreras arquitectónicas y de atención para personas con necesidades especiales.
VER VÍDEO
Sa Palomera
Entre las playas de Blanes y S’Abanell podemos encontrar este símbolo de identidad de la villa, una gran roca que entra en el mar y marca el inicio de la Costa Brava.
S’Abanell
Es la playa grande de Blanes, situada al lado izquierdo de la roca de Sa Palomera.
DOS PEQUEÑOSSECRETOS
Y PARA TERMINAR OS CONTAMOS DOS PEQUEÑOS SECRETOS, dos joyas de nuestra costa: la cala sa Forcanera, de arena y cuyo único acceso es por mar, y la recóndita y pequeña cala s’Agüia, de guijarros grandes y que es accesible en barca o a pie. A menudo encontraréis barquitas fondeadas y bañistas que también disfrutan del paisaje submarino.