Desde hace unos años, varias playas de Cataluña han vivido la entrañable visita de tortugas marinas que buscan un buen lugar para poner sus huevos. La simpatía que nos despiertan estos animales, no siempre viene acompañada del respeto y cuidado que merecen, a veces, quizá sin quererlo, hemos estorbado su proceso vital y algunas tortugas se han quedado sin poderse reproducir.
En Blanes hemos recibido la información de los expertos en tortugas marinas de la Universidad de Vic, que nos han enseñado, implicando todo el personal que trabaja en las playas (socorristas, operarios de limpieza, agentes de policía, agentes cívicos, etc.), cómo detectar y proteger las tortugas marinas y sus crías.
Este gran interés es fruto de una preocupación creciente por la amenaza que pesa sobre la especie de la tortuga boba, la tortuga marina con más presencia en nuestras costas. De hecho, la tortuga boba está catalogada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Aunque habitualmente la tortuga boba ponía los huevos en la costa oriental Mediterránea (Chipre, Grecia, Turquía, etc.), factores como el calentamiento global, han provocado el desplazamiento de la nidificación hacia la costa occidental del Mediterráneo, y por este motivo, las encontramos hoy en día entre nuestras playas.
El proyecto Caretta a la vista (caretta caretta es el nombre científico de la tortuga boba), impulsado por la Universidad de Vic, pretende dar herramientas al personal de playas ya la ciudadanía en general, para aprender a detectar la presencia de estas tortugas e impedir que se pueda estorbar el proceso de crianza. Sus indicaciones se orientan, en primer lugar, la detección de rastros. Cuando una tortuga marina ha nidificado en una playa, deja un rastro en la arena, fruto del desplazamiento con sus aletas, de una anchura de entre 70 y 80 cm, y si el rastro dejado es para crías que han salido de la huevo y se encaminan al mar, su rastro tendrá sólo unos 3-4 cm de ancho. También es posible detectar nidos, aunque las hembras son muy cuidadosas a la hora de camuflarlos. Así, podemos observar arena removida y un hueco en el lado que corresponde a la zona donde se encontraba la tortuga en el momento de esconder el nido. También es importante saber que el periodo de incubación suele ser entre julio y agosto, por lo tanto, en pleno auge turístico de masificación de las playas.
En vistas de toda esta información, lo que nos aconsejan los expertos en caso de ver tortugas hembras en la playa, es lo siguiente: llamar al 112, no tocarla, no pisar el rastro, no hacerle fotos con flash, no deslumbrarlas, y no ponerse nunca delante de su campo de visión. Si se encuentra una o varias crías, lo primero que hay que hacer también es llamar al 112, pero en este caso, se aconseja que se humedezcan con agua y se pongan en un lugar con sombra, evitando que se estresen, hasta que lleguen los técnicos.
En Blanes, la ciudadanía dispone de carteles informativos para saber qué hacer en caso de avistamiento de tortugas, crías, rastros o nidos. De esta manera, con toda la información proporcionada y respetando los momentos vitales, podremos proteger la preciada vida de esta especie amenazada que ha venido a nuestras playas en busca de un lugar mejor para hacer sobrevivir a sus crías.
Con el fin de ayudar en la difusión de esta información, desde Blanes Turismo, os la facilitamos en este enlace:
https://www.blanescostabrava.cat/wp-content/uploads/2020/07/tractor_CATESP-1.pdf